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"Los animales y la naturaleza son poca cosa para el hombre cuando el hombre es poca cosa".

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sábado, 23 de enero de 2010

Biblioteca de enciclopedias, manuales y estudios sobre animales

Biblioteca de animales

Bajar gratis (Pinchar en los enlaces):

Anatomía de los Animales Domésticos de König-Liebich-Tomo1

Anatomia de los Animales domésticos-Tomo2


Medicina Interna de Pequeños Animales de Couto

)


El Veterinario en casa

Libro muy completo sobre perros, gatos, pájaros, hurones, tortugas,etc. Esta obra, dedicada a los animales de compañía, proporciona respuesta a todas las preguntas sobre salud que se puede plantear el propietario de uno de estos animales. Aquí encontrará todo tipo de informaciones al respecto: consejos prácticos para el día a día; actuaciones que se pueden llevar a cabo en situaciones de emergencia; prevención y control veterinario. Los autores, con gran experiencia en la práctica veterinaria, desarrollan de una manera precisa, didáctica y muy completa —por primera vez al alcance de todos— las patologías más comunes y los cuidados más convenientes en cada caso. Este libro permitirá a todos los propietarios de animales de compañía asegurar una larga vida a su mascota.

Manual Merck de Veterinaria en español (Contraseña: www.freelibros.org


Larousse del Gato (Contraseña: blogdelibros)

Parasitología para Veterinarios

Parasitología. Diagnósticos en perros y gatos

Laboratorio de identificación de parásitos

Atlas en color. Anatomía del perro y el gato  (Paciencia, tarda en descargar, es muy amplio)

Atlas de anatomía patológica

Nutrición canina y felina
 
Toxicología Clínica Veterinaria
  
Enfermedades de la piel en perros y gatos





Consejos para el cuidado y comprensión de perros abandonados

miércoles, 22 de octubre de 2008

Adoptar un perro o un gato. Primeros contactos.




Generalmente los manuales empiezan diciendo:”Cuando decidas comprar o regalar un perro o un gato deberías informarte con cuidado de los problemas que se pueden presentar en el futuro…”













Y digo yo, si no se hace con los hijos, (la gran mayoría al tenerlos piensan en sí mismos) y cada vez nos tropezamos más con estas cosas terribles que si quisiéramos podríamos ver con nitidez en los centros de enseñanza especial… No dejéis de cliquear aquí, es parte de una terrible realidad cada vez más extendida: ¿Agresividad Natural o Aprendida?

Me gustaría encontrar parejas que se plantearan en tener un hijo para crearles un nido, amarlos, protegerlos, enseñarles, formar un ambiente sano y familiar en torno a él, pero no es así, y las evidencias son palpables, los tienen para sí mismos y cuando les son molestos los llevan a kinders o centros de enseñanza donde están desde los tres años llevados y traídos como bolsas de papas. Si somos honestos, tenemos que reconocerlo y si somos una minoría que realmente los cuidamos somos conscientes de que no sucede con la mayoría.




Pues si no seguimos esas recomendaciones con los hijos, cómo vamos a pretender que se haga con perros y gatos o demás animales domésticos. Si no hace falta ni investigar, a la vista está la cantidad de cachorros que se “adquieren” como juguetes vivos, como biopeluches y que cuando se dan cuenta de que no es un peluche, sino que hace pipí, caca, necesita comer y se transforman en estorbo para su egoísmo y egolatría, se lo tira como si ya fuera basura, como esos juguetes cuyo origen es el capricho.

O sea que empezar un manual con esquemas como éstos, por ejemplo:


que requieren un estudio detallado de nuestra psicología, del conocimiento de uno mismo y la de los demás animales, es absurdo.

Con esto no quiero decir que no haya cada vez más gente que ha encontrado en ellos el amor, que ha descubierto que son seres extraordinarios con “todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos…”

Así que este manual va dirigido especialmente a esa gente que no sólo vive para sí misma y sus necesidades, lo que se suele clasificar en “que se pasa el tiempo y la vida mirando su ombligo” sin interesarse por nada más que no sean sus propios beneficios. Tantos…

A esos sólo puedo decirles que se olviden de adoptar o crear seres para que le miren su ombligo y siga en su limbo del YO.




Por lo tanto no creo necesario hablar de aquello que todos los que cuidan y aman a sus animales domésticos saben de memoria.
A los que nunca los han tenido tampoco les vendría mal saber sobre la conducta y necesidades básicas, porque se suele dar en algunos, que a pesar del desconocimiento que han tenido sobre ellos y la carencia, al recibirlos en su hogar se sorprenden del amor que se puede intercambiar mutuamente con ellos.




Así que vamos a ir poco a poco…

viernes, 23 de mayo de 2008

Datos históricos sobre los gatos

Gato egipcio En Anatolia sur-occidental (Hacilar), salieron a la luz unas estatuillas de unos ocho mil años de antigüedad, en las que están representadas mujeres que alimentan o juegan con gatos.


Antico Egipto

Otros hallazgos arqueológicos han demostrado que en Egipto, seis mil años atrás, existía la cría de gatos; por lo tanto, es probable que hayan sido los egipcios los primeros en domesticar a los gatos, al menos en gran escala.

Se cree que todas las razas de gatos domésticos proceden del gato egipcio, que vivía en el valle del Nilo. Originariamente, era un gato montés nubio, al que los egipcios domesticaron hace más de 4.000 años. Ya entonces se comprobó que este animal constituía una compañía agradable y que era un magnífico cazador de pequeños roedores y de otros animales dañinos. Pero, para este pueblo de la antigüedad, suponía algo más que un simple animal doméstico. Se le tributaba una religiosa adoración y la persona que hería o mataba a uno de ellos era castigada con la pena de muerte. Nunca este felino desempeñó en la sociedad humana un papel tan importante.

Parece ser que, en el curso de la quinta dinastía faraónica, los pequeños felinos fueron introducidos en los templos. De esta manera, el gato doméstico se convirtió en un animal sagrado para los egipcios, que creían que la diosa Bastet (representada por una figura de mujer con cabeza de gato) podía vivir en el cuerpo de los gatos y sondeaba, a través de los ojos de estos animales, el ánimo del hombre, controlando sus acciones. También Ra, dios del sol, creiase que asumía la semblanza de un gato macho cuando descendía a la tierra.

En el antiguo Egipto existían leyes que impedían rigurosamente exportar gatos, y los ciudadanos egipcios que encontraban uno fuera de sus fronteras debían intentar llevarlo a la patria. Causar la muerte de un gato, aunque fuera por accidente, era delito más grave que el asesinato de un hombre y venía castigado siempre con la muerte.

Cuando un gato de casa moría, los miembros de la familia guardaban riguroso luto y se afeitaban las cejas como signo manifiesto de su dolor. Si tenían medios, los propietarios procedían a momificar el cuerpo del animal y a enterrarlo con solemnidad en un sarcófago. En caso de incendio, el gato era el primero en ser puesto a salvo.

Cada niño egipcio era consagrado a un gato desde el momento del nacimiento, y durante toda la vida debía llevar un medallón con la efigie del animal.

Los antiguos egipcios fueron los primeros en domesticar los gatos salvajes. Para ellos el gato fue ya un animal doméstico útil, pero también lo adoraron como a un ser divino: estaba consagrado a la diosa Bastet, a la que se representaba con cabeza de gato.

Los gatos muertos se embalsamaban; se ha encontrado gran cantidad de momias de gato. A mediados del siglo XIX, en un templo levantado en honor de la diosa Bastet se hallaron 300,000 gatos momificados.

Una de las principales fiestas religiosas egipcias se celebraba en Bubastis —ciudad sobre el delta del Nilo que durante la vigésima dinastía faraónica se convirtió en la capital— en honor a la diosa Bastet. Herodoto, que asistió a una de aquellas fiestas, en el siglo v a.C., refirió que cada primavera participaban más de setecientas mil personas en dicha manifestación.

Aparte de las creencias religiosas, los gatos eran valorados en Egipto porque salvaguardaban de la acción destructora de las ratas las cosechas anuales obtenidas de las riveras del Nilo y almacenadas para hacer frente a los duros períodos de sequía.


Incas

Del examen de antiquísimas cerámicas peruanas se ha demostrado que también en algunas poblaciones primitivas precedentes a la civilización inca, el gato doméstico era conocido y venerado; un ulterior testimonio de los misteriosos lazos que parecen unir a la civilización egipcia con aquella de América del Sur.


India

Además, aproximadamente en el mismo periodo en que los gatos domésticos se difundían en Egipto, otros gatos domésticos debían de existir también en la India, como se deduce de ocasionales indicios hallados en antiguos manuscritos en sánscrito.


África

Es, pues, lícito creer que los actuales gatos domésticos derivan de aquellos provenientes de África cruzados con los importados de Asia, ya que los gatos son capaces de volver a la vida salvaje; seguramente entre los antepasados de los actuales gatos domésticos existen también otras especies de gatos salvajes.


Fenicios

Si a los antiguos egipcios y a los indios (no mencionaremos a las antiguas poblaciones peruanas, ya que en el momento del descubrimiento de América el gato doméstico resultaba desconocido en ese continente) se puede atribuir el mérito de haber domesticado a los felinos, a los fenicios y, sobre todo, a los romanos debemos, aunque en época imprecisa, su difusión en Europa.


Romanos

Para los romanos, los gatos eran símbolos de victoria, y se los llevaban con ellos allí donde fuesen sus legiones. De esta manera, fueron conocidos en todos los países que formaban parte del Imperio, incluida la Bretaña, donde, a pesar de existir en abundancia gatos salvajes, el gato doméstico se desconocía.

Los romanos apreciaban el espíritu de independencia del felino doméstico, hasta el punto de que la diosa Libertas era representada con la imagen de un gato, símbolo de absoluta libertad. En el siglo I d.C. fueron proclamadas, en Roma, leyes severas para la protección del gato.


Europa: edad media (supersticiones y brujerías)

Con la llegada de la Edad Media empezaron los tiempos duros para los gatos. La ignorante superstición empujó a la matanza sistemática de estos animales. Bastaba la posesión de un gato para poder acusar a una persona de brujería, y si se trataba de un gato negro, la condena era segura.

Fueron bárbaramente asesinados centenares de miles de hombres y millones de gatos, que eran torturados de todas las formas. Durante los siglos oscuros, la persecución de los gatos fue activísima en toda la beata Europa (tanto, que sorprende que no se llegase a la completa extinción de este animal), sobre todo en Inglaterra, Alemania y Francia, país, este último, donde era usanza festejar el día de los Santos quemando en las plazas públicas cestas, barriles y sacos llenos de gatos vivos. Esta costumbre, difícil de decir si más idiota y cruel que blasfema, fue definitivamente abolida en el año 1648.


Causa de la peste negra que arrasó Europa


De la loca persecución en perjuicio de los gatos efectuada por la civilización europea de la Edad Media —tan diferente de las civilizaciones egipcia y romana— se beneficiaron, sobre todo, las ratas, que se multiplicaron en número vertiginoso, invadiendo los campos, pueblos y ciudades, destruyendo enormes cantidades de género alimenticio y difundiendo la peste.




Europa siglo XX

Sólo en el siglo XIX los europeos empezaron a darse cuenta de la importancia de los gatos. Recordemos, por otra parte, que en Australia el gato era completamente desconocido (en el novísimo Continente faltaban también felinos de otros géneros), hasta que no fueron importados por los primeros colonizadores europeos.

jueves, 22 de mayo de 2008

Origenes del gato

Al igual que los perros para encontrar algún punto de referencia debemos remontarnos a los miácidos. Por lo tanto pertenecen al orden de los carnívoros y dentro de él al grupo de los carnívoros terrestres.

Todas las razas de gatos domésticos pertenecen a la misma especie: al grupo de gatos domésticos o sea la forma domesticada del gato salvaje (En Europa: Felis silvestres. En Africa: Felis lyhica. En La India: Felis ornata.), por lo cual ha sido posible cruzar todas las razas entre sí con éxito.

No hay mucha diferencia entre un felino grande y uno pequeño.

El grupo de los felinos grandes abarca dos géneros: los leopardos de las nieves y los felinos grandes propiamente dichos con cuatro especies: león, tigre, jaguar y leopardo.

Y al grupo de los felinos pequeños pertenecen felinos bastante grandes como el puma, el lince, la pantera hasta pequeños como el gato de los pies negros. Existen 15 especies y 28 clases, entre los cuales están los gatos monteses predecesores de los gatos domésticos.