Los perros tienen
uno de los mejores sistemas digestivos de toda la fauna. Algunos piensan que es
bastante delicado, pero lo cierto es que es avanzado para una especie como los
canes. Una de las claves de la alimentación es entender el sistema digestivo:
Cómo funciona, cuáles son sus claves y que capacidades tienen para digerir los
alimentos..
Comenzaremos
recordando que los perros son animales carnívoros, pero por naturaleza su
organismo muestra una mayor tendencia a comportarse como omnívoros, y quizás de
ahí que tengan un sistema digestivo más desarrollado que otros animales
cercanos, como los gatos.
En su mandíbula
disponen de 42 dientes diseñados para cortar, desgarrar y triturar (2), algo
propio de los carnívoros. El esmalte de sus dientes por el contrario, es
aproximadamente cinco veces más fino que el esmalte de un diente humano, y de
ahí que nosotros como dueños podamos ejercer una labor preventiva con el
cuidado de la higiene oral.
Siguiendo por la boca, los perros tienen menos
papilas gustativas que los humanos (3), en contraprestación a su avanzado
olfato. También, el pH de su saliva es más alcalino que el humano (4), y sus
propiedades le permiten hacer una pequeña predigestión de los carbohidratos.
Pasando al estómago, vemos que está diseñado para hacer frente a grandes
cantidades de comida, puesto que sus paredes son muy expandibles (5).
Interiormente, el pH del estómago canino es
mucho más ácido que el humano (6), característica que les permite la digestión
de huesos animales, tales como alguno de pollo, y ayudan a la destrucción de
bacterias nocivas que puedan haber sido portadas con la comida: Por ello, los
perros pueden comer un trozo de comida del suelo o ligeramente manchado de
tierra, por ejemplo, que potencialmente podría contener bacterias
perjudiciales, pero mueren en el estómago y no pasan al organismo.
Por último, ya en el intestino, el tiempo de
tránsito (7) suele estar entre las 12 horas como mínimo y las 30 como máximo,
una digestión realmente rápida si tenemos en cuenta que en humanos hablaríamos
de un plazo entre 30 horas a cinco días. La fermentación bacteriana (8) tiene
lugar en el intestino grueso.
Notas anexas: Iván Pavlov estaba estudiando el funcionamiento del sistema digestivo de los perros y, como tenía que medir la segregación de saliva de los animales según el alimento que recibieran, notó en el curso de la investigación que el flujo de saliva aumentaba antes de que los perros tuvieran el alimento, de hecho aumentaba cuando veían a los técnicos de laboratorio. Dicho en otras palabras, para que nos entendamos, parecía como que el hambre se estimulaba no por la comida, sino por un signo distinto a ella y nada alimenticio, como son la batas blancas de laboratorio.
Movido por esta curiosidad, decidió cambiar el rumbo de sus investigaciones y dedicarlas a explicar esta asociación entre algo que no da hambre (él lo llama "estímulo condicionado") y las ganas de comer (él lo llama "respuesta condiconada")
El proceso de condicionamiento -o aprendizaje, como queráis llamarlo-
consiste, como veis resumido en la ilustración, en que al presentar la
comida al perro, se toca una campana para que el animal, de forma
involuntaria, asocie el sonido de la campana con el momento de comer. Lo
que observó Pavlov es que, una vez "condicionado" el animal, ya no era
necesaria la comida para que éste salivase, es decir, había una
respuesta fisiológica para un estímulo arbitrario elegido por el
experimentador, cuando lo natural es que esta respuesta sólo se muestre
ante estímulos relacionados con la comida.
Pavlov pidió perdón a los perros por las torturas a los que los sometió. Tarde... ¿Verdad?